Introducción al Análisis de la Escena del Crimen
La escena del crimen es el lugar donde se ha llevado a cabo el crimen. En el análisis de la escena del crimen, la investigación policial debe ir más allá de la evidencia física (huellas dactilares, sangre, fibras y cabellos, etc.) y prestar atención también a la evidencia no física o psicológica. La interrelación entre la evidencia física (ciencias forenses) y no-física (psicológica) nos ayudará en la generación del perfil del criminal.
La evidencia física, adquirida mediante las técnicas de las ciencias forenses, permitirá realizar una reconstrucción del pasado y probar que un sospechoso estuvo en el escenario del crimen o tuvo contacto con la víctima. La evidencia no-física nos permitirá realizar un perfil del criminal que nos ayudará a reducir el número de sospechosos bajo investigación en aquellos casos en que casi no existen indicios físicos o en aquellos casos en que el agresor y la víctima no se conocían entre sí con anterioridad al crimen.
Según el FBI existen dos tipos de escenas del crimen, en función del grado de organización de sus elementos. Esto no implica que no puedan existir elementos de los dos tipos, sin embargo, habrá una tendencia hacia la organización o desorganización.
Tipos de Escenarios del Crimen
Escena del Crimen Organizada
1- Agresión planificada: existen evidencias de que la agresión se ha preparado y analizado antes de llevarla a cabo.
2- Autoría desconocida: no existe ningún tipo de relación previa entre agresor y víctima.
3- Personalización de la víctima: la víctima es utilizada para satisfacer las necesidades del agresor, pero no se la degrada ni se la humilla como persona, no se la convierte en un “objeto”.
4- Conversación controlada: existen elementos que muestran como el agresor y la víctima sostienen durante un tiempo una conversación sin mediar elementos de impulsividad (por ejemplo, para ganarse su confianza, atemorizarla, etc.).
5- Escena del crimen controlada: en la investigación criminal, los objetos están en el lugar que les corresponde y la escena está ordenada. Es posible la modificación de elementos con el fin de confundir a los investigadores (simular un suicidio, un robo, etc.), así como la existencia de pistas falsas y demasiado evidentes que apuntan hacia una dirección concreta.
6- Víctima sumisa: ésta no se resiste, como mucho le implora clemencia (frecuentemente el agresor la ha inmovilizado).
7- Uso de la restricción: el agresor inmoviliza a la víctima (atado de pies y manos) como una forma de control e inspirarle miedo.
8- Actos agresivos: actos agresivos innecesarios para la ejecución del crimen, pero con un importante valor simbólico o de fantasía para el agresor.
9- Movimiento del cuerpo: una vez cometido el crimen (violación o asesinato), el agresor desplaza a la víctima (o su cadáver) a otro lugar, para dificultar su localización o la localización de la escena del crimen.
10- Recogida del arma: con frecuencia, se elige cuidadosamente para el crimen. Tiene un valor simbólico; por ese motivo no la deja en la escena del crimen, pero también para no dejar evidencias físicas.
11- Escasez de pruebas: el agresor se preocupa por no dejar pistas, por lo que las evidencias físicas son nulas o escasas.
Escena del Crimen Desorganizada
1- Agresión espontánea: existe un hecho explosivo que provoca la agresión, por lo que ésta es impulsiva, no planificada.
2- Víctima conocida: suele haber una relación más o menos prolongada entre la víctima y agresor, con un vínculo emocional previo. El agresor puede tener conocimiento de la existencia de la víctima (pueden ser vecinos, compañeros de escuela, etc.) pero sin relación personal.
3- Despersonalización de la víctima: se degrada y humilla a la víctima, como forma de expresar odio, venganza, etc. hacia ella, convirtiéndola en un “objeto”. Los ataques a la cara de la víctima son una forma de despersonalización.
4- Conversación mínima: es una agresión impulsiva, por lo que no hay intercambio de palabras o muy pocas.
5- Escena del crimen caótica: en la investigación criminal, aparecen evidencias de lucha (objetos rotos, manchas de sangre, etc.). A posteriori, el agresor puede intentar que la escena del crimen aparezca como ordenada.
6- Violencia repentina: de forma previa a la agresión, puede darse una relación normal entre agresor y víctima, hasta que un elemento rompe la rutina y se produce la agresión repentina e impulsiva.
7- Ausencia de restricción: no se inmoviliza a la víctima dado que la agresión es espontánea y repentina.
8- Sexo después de la muerte: puede tener diferentes motivos: degradar a la víctima incluso después de muerta (expresión de odio), demostrarle sentimientos de amor, etc.
9- No hay movimiento del cuerpo: después del crimen, el agresor pierde todo interés en la víctima. No se preocupa por si se encuentra el cadáver, incluso puede entregarse él mismo a la policía.
10- Arma en la escena del crimen: igualmente, el arma pierde interés para el agresor una vez ha cumplido su función. Frecuentemente, el agresor usa armas de oportunidad (cuchillos cocina, cinturón para estrangular, etc.). La desaparición del arma de oportunidad en una escena del crimen desorganizada, puede deberse a cierta experiencia del agresor con el sistema judicial, con presencia de antecedentes delictivos.
11- Evidencia física: el agresor no se preocupa para no dejar pistas.
Escenas de un crimen
Es posible la existencia diferentes escenas de un crimen, sobre todo en aquellos crímenes planificados.
Escena del crimen inicial
Aquellos lugares donde el agresor ha acechado a la víctima, ha establecido contacto con ella y la ha secuestrado.
Escena del crimen principal
Escena del hecho delictivo o lugar donde se lleva a cabo la principal actividad criminal (violación, asesinato, tortura, etc.).
Escena del crimen final
Lugar donde se abandona a la víctima o su cadáver. Puede coincidir con la escena principal.
Elementos del Escenario del Crimen (Criminalística)
«Víctima Ciega»
Un elemento frecuente en el escenario del hecho delictivo es la presencia de algún mecanismo para evitar el contacto ocular entre el agresor y la víctima (máscara, venda, oscuridad). Esto puede deberse a diferentes motivos más que a esconder la identidad del agresor puesto que éste ya ha decidido matar a la víctima.
Los motivos pueden ser confundir y atemorizar a la víctima, y/o despersonalizarla (al agresor le puede ser más difícil asesinar a la víctima si la ve como una persona, al cubrirle la cabeza con una máscara, por ejemplo, el agresor reduce el elemento personal y transforma a la víctima en un objeto).
Armas
Los asesinos en serie seleccionan sus armas cuidadosamente, generalmente armas manuales (estrangulación manual, con una cuerda, cuchillos, martillos, etc.).
Las armas de contacto permiten aterrorizar y degradar a la víctima, a diferencia de las armas de fuego. Sin embargo, el arma de fuego suele ser el método escogido por asesinos organizados cuya fantasía necesita un cadáver, siendo el acto de matar secundario.
El uso exclusivo o predominante de la estrangulación manual es típico de asesinos organizados bien integrados socialmente; mientras que el uso combinado de armas blancas y armas de fuego es típico de asesinos desorganizados muy inestables (psicóticos), que pueden cometer un asesinato en masa.
Existen estudios que sugieren que el arma no es sólo una herramienta para cometer el delito, sino que tiene un significado emocional para el agresor, existiendo una relación entre el significado del arma, la conducta criminal y las características de personalidad del agresor.
“Souvenirs” y «trofeos»
La motivación en quedarse alguna posesión de la víctima es el de recordatorio del crimen, así como la representación de una ganancia psicológica (trofeo). Sin embargo, un asesino organizado puede ser consciente del riesgo de quedarse algo de la víctima, por lo que no siempre sucede.
Un objetivo adicional de quedarse objetos personales de la víctima es el de dificultar su identificación a los cuerpos policiales, sobre todo si el cuerpo también ha sido mutilado o descuartizado con este mismo objetivo.
El tipo de pertenencias sustraídas por el criminal nos da información acerca de éste. Si el criminal se lleva una prueba del delito (por ejemplo, una prenda de ropa con esperma), esto puede indicar experiencia anterior en violaciones y un probable historial criminal. Si el criminal se lleva objetos valiosos de la víctima, aunque no sea este el principal motivo del delito, sugiere una mala situación económica, posibilidad de estar desempleado, etc.
El asesino organizado tomará recuerdos (efectos personales de la víctima para revivir el crimen en su fantasía posteriormente) y trofeos (generalmente, partes del cuerpo de la víctima asesinada, probablemente aquellas con mayor valor identificativo (manos y cabeza)).
También es típico del asesino organizado el que la víctima aparezca totalmente desnuda y desprovista de efectos personales, pues éste goza con la completa humillación de sus víctimas. El despojamiento absoluto de sus pertenencias supone el despojamiento de su identidad, así como la eliminación de la gran mayoría de evidencias forenses.
El asesino desorganizado generalmente se lleva trofeos, es decir, partes del cuerpo de la víctima, pero sin centrarse exclusivamente en aquellas que permiten identificar el cadáver.
En el análisis del delito, a parte de la escena del crimen, también es importante recopilar la siguiente información (haz click en los enlaces):
- victimología (análisis de la información acerca de la víctima).
- análisis de la dinámica delictiva (análisis de la interacción entre la víctima y el agresor).
