Primeros intentos serios de uso del perfil criminal
Tradicionalmente, psicólogos y psiquiatras entraban en el análisis del crimen una vez el delincuente o sospechoso había sido capturado, con el objetivo de determinar su estado mental en el momento de cometer el crimen.
No fue hasta 1956 cuando se realizó el primer intento serio de generación de un perfil criminal, por parte del psiquiatra dr. James A. Brussel, en lo que supuso una excepción a la regla. Después de años de atentados con bomba (algunos fallidos y otros provocando heridos leves), y el envío de notas anónimas por parte del perpetrador de los atentados, una bomba explotó en un teatro de Brooklyn (Nueva York) hiriendo gravemente a seis personas, provocando el pánico entre la población y movilizando a toda la policía de Nueva York en la captura del que se conocía como “El Loco de las Bombas” (“Mad Bomber”).
El dr. Brussel desarrolló el siguiente perfil:
“Es un hombre. Paranoico. De mediana edad, de 40 a 50 años, introvertido. De constitución bien proporcionada. Es soltero, solitario, quizá vive con una mujer mayor, pariente suya. Muy pulcro, aseado (…). De buena educación, pero de extracción extranjera. Es un mecánico habilidoso, cuidadoso con las herramientas. Es eslavo. Religioso. Si es criticado en su trabajo, puede ser violento. Se siente superior a los que le critican. El resentimiento sigue en aumento (…). Ha tenido una enfermedad grave, posiblemente algo del corazón” (…). Al final del perfil añadió: “Cuando le capturen, llevará una chaqueta cruzada, abotonada”
El 21 de enero de 1957 la policía detuvo a George Metesky, un hombre bien proporcionado, de 54 años, de origen polaco, soltero, que vivía en una casa con dos hermanas mayores y llevaba una chaqueta cruzada, abotonada. Este admitió tranquilamente ser el “Loco de las Bombas” y fue internado en un hospital psiquiátrico. Metesky tenia un taller donde preparaba las bombas y estaba resentido con la compañía eléctrica que le despidió (ésta fue uno de los primeros objetivos de los atentados).
Brussel dijo haber empleado en la realización del perfil el razonamiento deductivo, su experiencia clínica y el cálculo de probabilidades después del análisis de las notas enviadas por George Metesky y las circunstancias de los atentados. El único punto inexacto del perfil fue su predicción de una enfermedad cardiaca (no erró por mucho porqué Metesky tenia una tuberculosis pulmonar).
El dr. James A. Brussel intervino nuevamente en abril de 1964, cuando un comité de médicos y psiquiatras fueron consultados en relación al caso del “Estrangulador de Boston”, que había asesinado a once personas entre 1962 y 1964. El comité dedujo que se trataba de dos agresores, debido a las características diferenciales de las muertes. En algunos casos, las víctimas eran mujeres mayores y, en otros, eran jóvenes. Además, la actividad sexual relacionada con las muertes difería en los dos grupos de víctimas.
Los psiquiatras consultados en la investigación del “Estrangulador de Boston” concluyeron que los asesinatos eran cometidos por una pareja de hombres homosexuales con sentimientos de rechazo hacia sus madres. Brussel no estuvo de acuerdo con la conclusión del comité, y mantuvo que un único hombre era el autor de las muertes. En 1964, la policía detuvo a Albert DeSalvo que, finalmente, fue identificado como el “Estrangulador de Boston”.
El Programa de Perfiles Psicológicos del FBI
Fue precisamente en la década de los 60 cuando el incremento de crímenes en serie planteó la necesidad de crear nuevos proyectos e iniciativas en la solución de este tipo de crímenes, ayudando a las fuerzas de seguridad en la reducción del número de sospechosos y en la apertura de nuevas líneas de investigación.
A pesar de los ejemplos anteriores, en la historia de la perfilación criminal, el uso de la técnica fue esporádica hasta 1978, cuando la Unidad de Ciencias del Comportamiento (BSU) del FBI estableció el “Psychological Profiling Program” (“Programa de Perfiles Psicológicos”) inaugurando oficialmente el campo de investigación de los perfiles criminales.
Este programa consistía en la realización de entrevistas a tipos de criminales específicos de Estados Unidos, recogiendo información acerca de sus características, motivaciones, actitudes y comportamientos, y analizando y sistematizando posteriormente la información recogida.
En 1981, Pierce Brooks, un policía retirado de Los Ángeles diseñó un sistema de identificación de asesinos en serie. El programa fue llamado VICAP (“Violent Criminal Apprehension Program”) o “Programa de Captura de Criminales Violentos” en español. El VICAP recoge y analiza todos los aspectos de una investigación mediante las tecnologías informáticas más innovadoras. En 1984 se estableció el Centro Nacional para el Análisis de Crímenes Violentos (NCAVC, «National Center for the Analysis of Violent Crime»), producto del éxito del VICAP y el “Psychological Profiling Program”, una subdivisión de la Unidad de Ciencias del Comportamiento del FBI.
Algunos autores, como David Canter, mencionan que, antes de la creación de la Unidad de Ciencias del Comportamiento del FBI, algunos psicólogos colaboraban con la policía local sobre las características de los criminales bajo investigación, siendo pues un mito la creencia de que fueron los agentes del FBI los que iniciaron el proceso de inferir las características del agresor a partir de sus acciones delictivas.
En la historia de la perfilación criminal en el Reino Unido, el primer uso de la técnica se aplicó en la búsqueda y captura del “Violador del Ferrocarril”, John Duffy, que cometió una serie de violaciones y tres asesinatos entre 1983 y 1986. David Canter, uno de los principales “perfiladores” en el Reino Unido, realizó un perfil del criminal extremadamente preciso, en parte basándose en detalles fácilmente deducibles. Sin embargo, otras suposiciones fueron el resultado del análisis de los patrones conductuales del criminal, junto con la aplicación de teorías psicológicas de la conducta.
Los “perfiladores” americanos frecuentemente han escrito libros acerca de sus experiencias, aunque pocos de ellos explican claramente los métodos utilizados y el proceso de generación de un perfil criminal, dando la sensación que se basan en métodos más intuitivos que científicos. Algunos de estos autores son: Ressler y Schactman con su obra El que lucha con monstruos, Douglas y Olshaker con Mindhunter y The Killer Across the Table, y Profiling violent crimes: an Investigative Tool de Holmes.
En el Reino Unido, dos son los principales perfiladores en la actualidad: David Canter, con su obra Criminal Shadows y numerosos artículos científicos sobre el tema, y Paul Britton, con The jigsaw man.
Si te interesan los Métodos de Perfilación Criminal, haz click en los enlaces correspondientes para obtener más información:
¿Te interesa más conocer la información necesaria para generar un Perfil Criminal? Haz click en los enlaces correspondientes:
- análisis de la escena del crimen
- victimología (análisis de la información acerca de la víctima).
- análisis de la dinámica delictiva (análisis de la interacción entre la víctima y el agresor).
